Desde el pasado 1 de junio los autónomos pueden solicitar las nuevas ayudas por cese de actividad. Estas ayudas las puso en marcha el Gobierno tras haber alcanzado un acuerdo con las principales organizaciones representativas del colectivo. Las ayudas se formularán en cuatro modalidades y estarán disponibles hasta el próximo 30 de septiembre y se pueden solicitar en cualquier momento en el que el trabajador por cuenta propia prevea que va a sufrir un descenso en su facturación o en sus rendimientos netos.
La cuestión es que las ayudas se convocan en régimen de concurrencia competitiva, por lo que cuanto antes se soliciten estas ayudas, mejor. Lo normal es que las prestaciones se abonen desde el primer día del mes siguiente a la solicitud (antes era desde el día siguiente). Por lo tanto, si un autónomo lo solicita en este mes de junio, cobrará el dinero y estará exento desde el 1 de julio, mientras que si lo solicita el 1 de julio, empezaría a cobrar y a beneficiarse de las exenciones desde el día 1 de agosto.
Pero esta no es la única novedad en las ayudas. En algunas casos, dependiendo de las circunstancias y de la ayuda a la que accedan, la cuantía a cobrar podrá ser, o bien un 50% de la base mínima (460 euros), o bien un 70% de la base de cotización del autónomo (es decir, entre 660 euros y 995 euros, ya que el máximo está topado en un 175% del IPREM de 2021).
La cantidad que puedan percibir los autónomos por estas ayudas depende en gran medida de las circunstancias personales de cada uno. Por lo tanto, habrá que estudiar cada caso para comprobar la aplicabilidad de un tipo de ayuda u otro.